Sería lo mismo si escribo esto por acá, como si lo escribiera en mi cuaderno. No, mentiras, tengo la sensación de que esto lo leerá alguien, probablemente ninguna de las personas que espero que lo lea, pero bueno, así es la vida.
Entonces... que mal se siente esta guerra interna. Estas definiciones de ser humano, de personalidad, de vida, de conciencia, de sentir, de amar, de sinceridad. Dios mio, que tan mala persona se puede uno llegar a sentir por actuar de la forma en que menos quieres.
Odiar la estupidez siendo una estúpida, los celos siendo una celópata, la envidia siendo una hipócrita.
Correr como niña porque no se hace lo que ella quiere. Dios mio que infantil he sido todo este tiempo, esperando que todos hagan lo que quiero, olvidando el libre albedrío de los seres humanos.
Y ahora de que me sirve ser esta compañía, cuando siento que al mínimo comentario voy a explotar y seré cruel porque quiero herir, quiero ver sufrir, quiero ver llorar. Y ahí sale la luz pegando fuerte directamente a los ojos, haciéndome sentir muy muy mal, dejando el discurso en mi mente de que esa no es la actitud del mundo mejor.
Y que hago, si sigo viviendo por vivir. Y que hago, si sigo esperando que me salven. Y hago, si no hago nada, si camino sin sueños, si camino sin alma, si camino mirando hacia atrás y hacia el lado.
Y ahora que hago...